El bosque de la izquierda

La espiritualidad también puede ser ominosa

22 de enero de 2025 skoggangr

El omnijeto como vía de exploración espiritual.

Advertencia al lector. Leera en repetidas ocaciones referencias a la magia negra. Este concepto se aborda desde una perspectiva setiana/Laveyana en la que es un proceso egotico (para el yo) que busca tanto desarrollo como satisfacción. Aunque no excluye la magia de agresión se debe entender que esta magia apunta a un desarrollo del ego divino y no al daño sin sentido.

Introducción

Este artículo esta relacionado con ¿Por qué la mano izquierda?, te recomiendo que te pases por ese artículo antes de abordar las ideas de este, te puede ser muy útil.

Uno de los problemas más importantes al abordar el esoterismo y la espiritualidad hoy en día es que solemos atribuirle un carácter subjetivo. Sin embargo al hablar de subjetividad, como señala Flowers en su Lords of the left hand path, nos enfrentamos al prejuicio. Quizá por el carácter de nuestra sociedad, con un alto grado de racionalidad superficial, solemos atribuir a lo subjetivo la propiedad de falso. Hablamos de la ciencia como la nueva verdad absoluta y los científicos son nuestros nuevos sacerdotes, incuestionables. Abrazamos la subjetividad de la posmodernidad pero con la vieja actitud dogmática de la modernidad. Quizá por eso la estética actual tiene ese tufillo a pedante del que los artistas quieren alejarse. Quizá por eso el mundo vuelve a las viejas formas.

¿Defiendo entonces el relativismo absoluto? Siempre que no abandonemos la racionalidad. Como interesados o seguidores de la mano izquierda, es altamente relevante para nosotros la necesidad de cuestionar todo aquello que se nos pinta como una verdad absoluta. Sin embargo, debemos de tener ciertos marcos teóricos para poder construir más que una creencia una verdad propia, en concordancia con nuestros valores. De esta manera estaríamos creando aquello que Nietszche llamó la moral del señor, propia de aquellos que señorean sobre su propio ser y su mundo.

Sin embargo, al generar una verdad propia, lo más importante es que esta sea relevante, no solo para quien la crea. A través de esta verdad confrontaremos la naturaleza alienante de los sistemas socioculturales en los que tratamos de aplicar nuestra voluntad y buscaremos aportar algo a los que sigan este sendero. De este modo, contribuimos a hacer un mundo acorde a nuestros valores a través de las herramientas que tenemos a mano.

En este contexto, creo que una teoría filosófica como la omnijetividad es relevante en nuestro desarrollo, sobre todo para crear una poderosa teoría mágica que resuene tanto con los practicantes teístas como con los agnósticos. Espero les sea gratificante.

El modelo universal de la omnijetividad

¿Cómo interactúa nuestra realidad interna con el mundo externo? ¿Qué nos permite transformar ideas abstractas en acciones concretas que cambian nuestro entorno? ¿Cómo funciona la magia desde esta perspectiva? En este ensayo, exploraremos un modelo que explica cómo la interacción entre el sujeto, el objeto y el omnijeto puede ayudarnos a moldear nuestro universo.

Para entender cómo esta teoría es relevante para nuestro trabajo, primero debemos comprender el modelo de universo que postula.

El universo, según este modelo, tiene tres aspectos esenciales que componen la realidad: el objeto, el sujeto y el omnijeto. Imagínalos como los tres engranajes de una máquina: el objeto representa el mundo externo que percibimos, el sujeto es la consciencia que interpreta esa realidad, y el omnijeto es el eje que conecta y permite que ambos se influyan mutuamente.

Es importante aclarar que esta teoría no se basa en un idealismo abstracto, sino en una visión práctica de lo material y lo espiritual. Desde este enfoque, incluso mover una piedra de sitio genera un cambio en el universo objetivo, ya que este nunca vuelve a ser exactamente el mismo. Como ocurre en las ceremonias mágicas más básicas, son las pequeñas acciones persistentes y acumulativas las que conducen al cambio relevante. Dicho esto, analicemos los elementos del modelo desde sus campos de acción.

El objeto y el universo objetivo

El universo objetivo representa la mayor parte de la realidad. Es aquella realidad que compartimos con todos los demás seres conscientes. Por ejemplo, la fuerza que nos mantiene pegados a la Tierra mientras caminamos o la misma muerte son hechos objetivos e irrefutables desde la racionalidad. Sin embargo, esto también incluye cosas que no son necesariamente observables de manera directa. Por ejemplo, las partículas subatómicas o la rotación terrestre son inferidas a partir de otros hechos objetivos y observables.

El objeto es todo aquello que existe desde y para esta realidad y, por lo tanto, posee la capacidad de interactuar con ella. Pensemos, por ejemplo, en nuestro cuerpo. Volviendo a la analogía de la piedra, es a través de nuestro cuerpo que podemos moverla, efectuando así un cambio en el universo objetivo.

El sujeto y el universo subjetivo

A pesar de lo que los materialistas más extremistas, y acaso necios, puedan argumentar, es innegable que todo ser consciente genera una realidad propia. Esta realidad es la interpretación o experiencia que el individuo tiene de lo objetivo.

Volviendo a los ejemplos anteriores: la fuerza que nos mantiene pegados al suelo puede interpretarse como una fuerza elemental del universo llamada gravedad o como la acción constante de un mundo plano que se mueve hacia un «arriba» infinito. La muerte puede ser vista como un paso hacia otra existencia o simplemente como el fin de las actividades fisiológicas.

Las interpretaciones de estas realidades pueden ser más o menos coherentes para otras subjetividades, pero nunca pueden llamarse “irrelevantes” ni carecen de valor, como solemos pensar. Por ejemplo, la ciencia, aunque describe de manera coherente eventos objetivos, es también una experiencia subjetiva. Hace no mucho, las partículas elementales eran consideradas fantasías para muchos físicos clásicos, y todavía hay quienes desconfían de ciertos conceptos científicos, aferrándose a visiones alternativas de la realidad.

Aquí es importante retomar la idea del relativismo de la posmodernidad. Si bien la subjetividad explica por qué todo es relativo, también nos propone la noción de un marco contextual, como señala Gonzales Rey en su ensayo (citado en las referencias). El universo subjetivo no es menos válido que el objetivo, pero tiene valor dentro de un contexto adecuado.

Por ejemplo, una persona que cree en conspiraciones puede no influir directamente en la realidad objetiva con sus creencias, pero estas impactan en la manera en que percibe el mundo. Desde una sensación de superioridad (creer que posee «la Verdad») hasta la alienación derivada de sus acciones, su subjetividad afecta su interacción con la realidad.

Es importante entender que, aunque esta sea una realidad personal y no compartida por otros, es real para el individuo. Además, la interpretación subjetiva permite cosas fundamentales como planear a futuro o rememorar el pasado. Desde nuestra perspectiva tridimensional (objetiva), ni el pasado ni el futuro existen; solo tenemos un presente infinito.

Si el sujeto es el creador de su propia realidad interna y el objeto pertenece al universo externo, entonces, ¿qué es lo que permite que ambos se conecten? Aquí es donde entra el omnijeto.

El omnijeto

El omnijeto es aquello que conecta el mundo subjetivo (interno) con el objetivo (externo). Es un puente simbólico que permite que las experiencias personales influyan en el mundo y viceversa. Todo aquello que posee un significado simbólico puede convertirse en un omnijeto: una obra de arte, un ritual, un talismán o incluso una idea. Es el lenguaje que une dos realidades aparentemente separadas.

Un ejemplo práctico de un omnijeto es el proceso de identidad. Cuando decides identificarte con una corriente espiritual, estás creando un puente simbólico entre tu experiencia subjetiva y un conjunto de ideas, símbolos y prácticas que ya existen en el mundo objetivo.

Por ejemplo, al identificarme como odiano, resignifico ciertos conceptos de otras tradiciones, como el aura. En lugar de usar el aura como marco conceptual para mis prácticas, la interpreto desde la perspectiva odínica como un «aliento vital», una manifestación de hamingja (la suerte y energía protectora alimentada por el honor). Este proceso de reinterpretación convierte mi identidad espiritual en un omnijeto: algo que conecta mis valores internos con los símbolos externos de mi práctica mágica.

¿Se te ocurre cómo lo aplicas tú? Quizás prefieras un esquema más ecléctico. En ese caso, podrías integrar el concepto del aura o el hamingja en tu práctica, aunque esto requerirá un trabajo adicional de reconceptualización para darle coherencia.

Otro ejemplo de omnijeto es el talismán. Como Bartra apunta en Chamanes y robots, este puede ser desde un colgante mágico hasta un elemento totémico electrónico, como un servidor informático. Estos objetos son capaces de exteriorizar nuestras concepciones internas y provocar reacciones diversas en quienes los usan o los observan: desde la reverencia hasta el rechazo. Como señala Bartra, estos elementos adquieren un valor totémico a nivel cultural, ya que para algunos serán simples placebos, mientras que para otros estarán imbuidos de un poder real.

En la práctica mágica, el omnijeto se convierte en una herramienta esencial, ya que es a través de estos puentes simbólicos que proyectamos nuestra intención interna hacia el mundo externo y manifestamos el cambio que buscamos.

El omnijeto nos ofrece una herramienta poderosa para transformar nuestra espiritualidad en algo práctico y significativo. Es el puente entre nuestro mundo interno y externo, y su dominio puede ayudarnos a moldear la realidad de acuerdo con nuestros valores y objetivos espirituales.

Ahora que entendemos cómo el omnijeto conecta nuestro mundo interno y externo, podemos empezar a explorar su papel en el trabajo espiritual. Desde la magia ritual hasta la creación de símbolos personales, el omnijeto es clave para transformar nuestra espiritualidad en una herramienta práctica y significativa. Profundicemos en cómo aplicar esta teoría en nuestra práctica.

El omnijeto en el trabajo espiritual.

En el camino de la mano izquierda, el trabajo espiritual parte del interior para proyectarse hacia el exterior, con la finalidad de moldear el mundo a nuestra voluntad. Este “mundo” debe entenderse como nuestro entorno cercano, aquello que conocemos e influimos directamente. Para este propósito, el omnijeto se convierte en una herramienta fundamental, ya que actúa como un puente simbólico entre nuestro mundo interno y la realidad externa. Aúnque puede no ser la teoría más conocida, es concisa y permite añadir descubrimientos científicos a nuestra practica sin pretender convertir a la magia en una ciencia. Lo más importante, nos proporciona coherencia y confianza que fortalece el trabajo mágico.

Para este proceso de moldeado, entender los mecanismo que comunican nuestro mundo interior con el exterior es clave. Sobre todo en los trabajos de magia negra no devocionales, en los que el mago depende de su propio poder, el omnijeto es muy relevante. Para ello es importante fortalecer nuestro marco teórico.

Si aplicamos el modelo de la omnijetividad a la teoría cognitiva de Piaget, podemos deducir lo siguiente:

a) El objeto actúa como un elemento enajenante, ya que abstrae nuestra individualidad al interactuar con un contexto objetivo.

b) La subjetividad humana es necesariamente antropocéntrica, pues se basa en nuestra experiencia personal como seres humanos.

c) El omnijeto, en cambio, trasciende la experiencia puramente personal y permite que nuestra subjetividad conecte con lo objetivo, superando la enajenación.

Un ejemplo claro de omnijeto en acción es el uso de un oráculo, como las runas. El resultado que obtenemos al usarlas depende directamente de nuestro dominio del simbolismo que representan. En este caso, lo que deseamos descubrir pertenece al mundo objetivo, pero la tirada de las runas funciona como un puente: conecta nuestro deseo subjetivo de conocer con las respuestas ofrecidas por la estructura simbólica del oráculo. Incluso en métodos devocionales, el éxito del trabajo depende de la conexión simbólica entre el practicante y el omnijeto, que en este caso son las runas.

«Si pretendemos hacer magia para evocar a un espíritu, como un vaettir (espíritu natural de la tradición germánica), debemos usar un lenguaje simbólico que sea coherente con su cosmogonía. No podemos recurrir a pentagramas o cruces, ya que estos símbolos pertenecen a sistemas incompatibles sin ajustes adecuados. Adaptar los símbolos al contexto correcto es esencial para obtener resultados óptimos. Ya sea porque la entidad tiene una conciencia alejada de estos símbolos o porque pertenece a una cosmogonía incompatible sin ciertos ajustes. En le mejor de los casos tenderemos un efecto decepcionante, en el peor una experiencia desagradable.

Aunque algunos puedan mencionar la magia del caos como una práctica ecléctica, es importante destacar que sus primeros exponentes desarrollaron una base filosófica sólida y coherente. La magia del caos no es un “batiburrillo”, sino un sistema estructurado que, cuando se estudia y practica correctamente, integra elementos diversos de forma efectiva.

Esto no quiere decir que hemos de volvernos dogmáticos, esto va en contra de la filosofía de la mano izquierda. Pero Thorsson nos recuerda en el prologo de Nine doors of Midgard, que las modificaciones menores que hagamos en nuestro trabajo son validas para nosotros y solo relevantes cuando el otro las encuentra útiles. Es decir, para que algo pueda ser un aporte verdadero ha de pasar por un serio escrutinio que no depende de nuestros “poderes videntes” ni la canalización de tal o cual practicante. Por más negro y tocado que sea el mago ha de poner a prueba sus teorías mágicas para demostrar que son un verdadero aporte. Ese despiadado proceso de selección mágica al que Moore nos invita en Ángeles fósiles. Nuestro omnijeto debe ser capaz de trascender la simbología personal y resonar en el universo objetivo, actuando como un flujo constante de poder entre lo subjetivo y lo objetivo. Por ello, los magos avanzados recurren a la creación de herramientas personalizadas —sigilos, bindrunes, galdrastafir, rituales o grimorios propios— que reflejen esta conexión entre lo subjetivo y lo objetivo. La personalización de estas herramientas no solo potencia nuestra práctica, sino que también fortalece nuestra autonomía espiritual. En la siguiente sección, exploraremos cómo diseñar y perfeccionar estas herramientas mágicas.

La magia como omnijeto

Así como es difícil que dos literatos den la misma definición de «literatura», sucede algo similar al hablar de magia entre magos experimentados. Sin embargo, uno de los puntos en los que muchos coinciden es que la magia es un lenguaje. Toda construcción mágica es, en esencia, simbólica.

Por ejemplo, la palabra «perro» no es el animal, pero al mencionarla, evoca en nuestra mente su imagen. De manera similar, un sigilo no es la entidad a la que representa, sino un símbolo que permite al mago conectar con las energías de dicha entidad o idea. Lo mismo ocurre con las runas: no es el trazo físico de la runa el que efectúa el cambio deseado por el vikti (practicante rúnico), sino que esta actúa como un puente que canaliza tanto las energías del mago como las fuerzas que el símbolo representa.

Esta visión de la magia como lenguaje simbólico conecta profundamente con una propuesta fascinante del antropólogo mexicano Roger Bartra, quien en su obra Chamanes y Robots desarrolla el concepto del «exocerebro». Según Bartra, el exocerebro no es una estructura biológica ni una extensión energética del ser, sino un sistema simbólico que opera en el ámbito cultural. La cultura, en este sentido, es un constructo colectivo que se construye a partir de las culturas individuales y, a su vez, las influye.

Desde una perspectiva mágica, podemos pensar en el exocerebro como una estructura simbólica creada por el practicante, pero que tiene el potencial de extenderse más allá de sus confines personales para permear su entorno. La creación de este exocerebro requiere un profundo estudio y trabajo consciente, hasta que los símbolos que empleamos sean capaces de resonar plenamente en nuestra psique. Por ejemplo, un rúnista experimentado puede visualizar con claridad la runa kenaz al escuchar su nombre, sin necesidad de verla físicamente.

La magia, entonces, se convierte en un sistema que se extiende más allá del individuo, pero que no existe de manera aislada. Así como la cultura de un individuo no está separada de su entorno, el exocerebro mágico se relaciona e interactúa con los de otras personas. Sin embargo, no todos los hechizos o construcciones mágicas funcionan: aquellos que fallan no logran pasar la «prueba de fuerza» al enfrentarse a la realidad objetiva.

Esto nos lleva a una reflexión importante: el practicante puede reforzar ciertos elementos culturales compartidos para su propio empoderamiento. Por ejemplo, si las personas creen que alguien que lee las cartas tiene «poderes de videncia», este estereotipo puede ser usado estratégicamente para proyectar una imagen de autoridad o credibilidad. Incluso atribuirse ciertas victorias puede ser útil en algunos contextos. Sin embargo, este juego simbólico requiere especial cuidado y mesura.

Cuando el practicante no tiene un equilibrio interno o trabaja en círculos donde abundan personas poco evolucionadas, existe el riesgo de que el «personaje» que construye lo devore. Este peligro se manifiesta cuando el mago pierde contacto con la realidad y se deja consumir por una falsa narrativa de poder, creyéndose «el más negro de los hijos de Lucifer». En estos casos, el exocerebro, en lugar de empoderar, se convierte en una trampa que aliena al practicante de su propósito original.

La efectividad de esta «infección mágica» —la capacidad de nuestros símbolos para influir en nuestro entorno— depende de dos factores: qué tan poderosamente resuenan estos símbolos en nuestra psique y cómo logramos transmitirlos al mundo externo. En otras palabras, desarrollar un exocerebro fuerte y con una cultura propia es una forma de obtener poder mágico tangible.

No obstante, es importante recordar que esta estructura simbólica debe complementar al mago y nunca sustituir otros aspectos de su desarrollo espiritual. El poder del símbolo radica en su capacidad para facilitar el llamado de energías, entidades o fuerzas; pero si no hay una relación genuina entre estas fuerzas y el practicante, el símbolo estará vacío. Es como un libro que no logra conmover a su lector: letra muerta, trazos sin vida.

Esta es la búsqueda básica de conocimiento en la que se adentra un mago. Este es el trabajo espiritual.

Conclusión

Todo trabajo espiritual requiere una base sólida para evitar perder tiempo y energía, especialmente en una época en la que resulta mucho más común ser un practicante solitario que encontrar un grupo con el cual compartir y crecer. En este contexto, contar con un marco teórico estructurado nos ofrece dos grandes ventajas:

  1. Una base firme que nos permitirá obtener resultados tangibles y estructurados.
  2. La independencia de depender de las revelaciones o interpretaciones de otros practicantes.

Con estos objetivos en mente, el omnijeto se presenta como una opción racional, con una estructura sólida que se adapta y complementa perfectamente con otros trabajos mágicos, enriqueciendo nuestra experiencia. Esto resulta especialmente importante en entornos donde es común corromper o distorsionar conceptos científicos para ajustarlos a teorías espirituales, como ocurre con los malentendidos relacionados con «lo cuántico».

Para quienes seguimos el camino de la mano izquierda, el omnijeto cumple con el papel esencial de empoderar al mago, dándole responsabilidad directa sobre su desarrollo espiritual. No dependemos de la piedad de dioses o demonios para impregnar poder en nuestros sellos o trabajos. Actuamos por y para nosotros mismos, porque buscamos ser libres, porque buscamos señorear sobre nuestro propio ser y nuestro propio universo.

Espero que estas reflexiones les sean de ayuda en su camino.

Sin embargo, me gustaría saber qué opinan ustedes. Recuerden que nuestro objetivo es fortalecernos y crecer. Cualquier comentario que enriquezca este espacio —e incluso las críticas que me contradigan, siempre que estén formuladas con coherencia— serán bienvenidas. Todo lo que apunte a hacernos crecer tiene un lugar aquí.

Soy Skoggangr y les recuerdo que este espacio es producto de mi voluntad.

¡Reyn Til Runa!

Referencias

  1. Bartra, Roger.
    Chamanes y robots. Fondo de Cultura Económica, 2006.
  2. Moore, Alan.
    Ángeles fósiles. Editorial ECC, 2017.
  3. Flowers, Stephen E.
    Lords of the Left Hand Path: A History of Spiritual Dissent. Runa-Raven Press, 1997.
  4. Thorsson, Edred.
    Futhark: A Handbook of Rune Magic. Weiser Books, 1984.
  5. Thorsson, Edred.
    El gran libro de las runas y su magia. Edaf, 2018.
  6. Izquierdo Uribe, Adolfo.
    Espacio-temporalidad y omnijetividad: una aproximación epistemológica. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 2019.
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4 de septiembre de 2024 skoggangr

Consejos sobre la sección de tarot

ALGUNOS CONSEJOS INICIALES

Este es el contenido más subjetivo del blog, ya que se basa en mis propias investigaciones acerca del tarot. Sin embargo, como los métodos adivinatorios están fuertemente relacionados con la subjetividad; son sistemas intuitivos y es por la intuición que obtenemos el máximo provecho de ellos. Me parece que puede ser algo divertido de explorar juntos. Aún así, creo que para que puedas sacarle el mayor provecho a este trabajo estos consejos te serán útiles:

  1. No requieres ser un experto en el tarot para entender de lo que hablo, pero conocer un poco del sistema estaría bien para profundizarlo en estos ensayos. Más que nada me centraré en como lo entendería yo en una tirada.
  2. El sistema de tarot que usaré es Rider-White y eventualmente quizá el tarot de Thot, de Aleister Crowley. Recuerda que es mejor dominar el significado de un sistema antes de adentrarte en otro. Yo me basaré en tres barajas que me gustan por su diseño: Tarot Light seer’s, Seasonal fox tarot “Day” y Slavic Legends.
  3. Si empiezas en el tarot te recomiendo usar una baraja Rider-White basica para aprender los simbolismos. Pero no es necesario. Yo aprendí con el Tarot Light seer’s y me parece bastante intuitiva.
  4. Podemos hablar en comentarios acerca de los orígenes del tarot. Por ejemplo yo estoy inclinado a la teoría del tarok de Thorson o la de que es un sistema medieval. Sin embargo no te preocupes tanto por sus orígenes. Mejor centrate en los simbolismos del sistema.
  5. Se activo, podemos retroalimentarnos, que al final es el objetivo de este blog. Te invito a dejar preguntas en comentarios o a contactarme por medio de mi correo.
  6. Respeta el tarot. Rider-White es un sistema que combina elementos cabalísticos y zodiacales. Puede que como a mí, su dimensión como camino de desarrollo espiritual te hable muy poco. Sin embargo, y aunque puede que no mencione estos aspectos, es importante que los conozcas, pues estos te darán información adicional acerca de la tirada. Escuche una vez que un buen tarotista no necesita que formules la pregunta en voz alta. Bueno, estos elementos pueden darte información muy relevante, y excluirlos por completo te limita bastante.
  7. Mis ideas son la semilla; lo importante es que esta florezca en ti con tus propias interpretaciones y compartas tus reflexiones.

CONSEJOS SOBRE LA TIRADA

Hay montones de tiradas que puedes experimentar con el tarot. Te recomiendo investigar y experimentar con distintas tiradas para que vayas conociéndolas a fondo y encuentres una con la que resuenes.

Para estos trabajos vamos a usar la tirada de tres. Esta decisión esta basada en que es la más fácil de entender y también nos va a ilustrar la interpretación dependiendo de la posición de la carta. Un buen ejemplo es la primera carta que vamos a abordar, la torre.

La tirada consta de tres cartas y representan lo siguiente:

Recuerda que los oráculos nos hablan de tendencias y no de futuros escritos en roca. Es un consejo para poder cambiar o fortalecer las tendencias.

Por ultimo disfrutemos este viaje juntos.

La primera carta será la torre.

Soy Skoggangr y te recuerdo que este espacio es producto de mi voluntad.

¡Reyn til runa!

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18 de agosto de 2024 skoggangr

¿Por Qué la Mano Izquierda?

«Que existen los Misterios de la Oscuridad es innegable, pero también existen las claves para su entendimiento.»
Kenneth Grant, El lado oscuro del Edén.

Tabla de contenidos:

Introducción

El sendero de la mano izquierda (SMI) es la forma más pura de desarrollo personal que he encontrado, aunque sé que no es para todos. Mi objetivo en este ensayo es difundir este camino, especialmente para aquellos que, como yo, no resuenan con la simbología de la cristiandad o religiones abrahámicas.

Anteriormente, abordé este tema en un blog, pero tratando de darle sustento académico, el mensaje se perdía. Ser incomprensible es mi talento. Con esto en mente, he reformulado el tema en dos nuevos artículos que espero sean más ligeros. También he enfocado los ejemplos en mi tradición, ya que es lo que mejor conozco. La próxima entrada estará lista el 5 de septiembre de 2024 y tratará sobre la utilidad de la omnijetividad en el sendero.

El segundo objetivo de este trabajo es esclarecer algunos puntos para estar en sintonía. Hay mucha confusión sobre lo que es y abarca un Sendero de la Mano Izquierda (SMI). A menudo, se confunde con prácticas del Sendero de la Mano Derecha (SMD). Incluso, no es infrecuente ver personas que, sin argumentos, deciden que ambas corrientes pueden unificarse o, peor, que son lo mismo.

Soy relativista y no creo en las verdades absolutas. Sin embargo, dentro del relativismo es necesario un contexto mínimo para desarrollar algo de valor. De lo contrario, nos perderíamos en cuestiones irrelevantes. Tomemos la frase de Hassan-i Sabbah, el viejo de la montaña: «Nada es verdad, todo está permitido». Esto podría significar que la tierra puede ser plana o esferoide, pero si no nos ayuda a mejorar, lo verdadero es irrelevante. Las etiquetas nos limitan, pero en un universo espiritual relativo, sin límites nos perdemos en la irrelevancia mística. El sendero esotérico es práctico.

En lugar de cuestionar las líneas divisorias entre SMI y SMD, volvamos a algo más interesante: el origen del paradigma. ¿Por qué nos dividimos? ¿Es esta división útil o necesaria? Si el buen Hermes, tres veces grande, dijo que «como es arriba es abajo», ¿no es todo lo mismo? Puede que ya tengas una respuesta, pero te invito a que la dejes de lado un momento y me acompañes a responder: ¿Por qué la mano izquierda?





La Mano Izquierda y la Moral Imperante

Nuestro esoterismo moderno enraíza en trabajos de los siglos XIX y XX, marcados por la moralidad europea colonial y sus ideas maniqueas: una oscuridad maligna y una luz salvadora. Esto persiste hoy en formas como el ocultismo pop y teorías de conspiración, que siguen siendo herramientas de control político/social.

Aunque estas tendencias se asocian fácilmente a religiones e ideologías de mano derecha, es un error atribuir estos defectos al SMD, ya que este afán de control proviene de grupos de poder que se aprovechan del sentido dogmático de estas escuelas. Me refiero a estructuras estatales en busca de legitimación, que actúan abiertamente, sin necesidad de esconderse. ¿Has reflexionado en esto?: Jesús fue condenado por ir contra el sistema imperante, pero las organizaciones basadas en su figura hoy día son bastante conservadoras.

Origen de las Denominaciones y el Carácter Antinómico

He reflexionado sobre el mal gris y el mal negro en mi bitácora, pero aquí me centraré en el origen de las denominaciones SMI y SMD. Stephen Flowers, en Lords of the Left-Hand Path, recuerda que estos términos provienen de escuelas tántricas de magia hinduista. Originalmente, ambos caminos tenían fines espirituales similares, hasta que se diferenció entre el dakshinachara (camino derecho) y el vamachara (camino izquierdo).

Al practicar ciertas posturas yoguicas orientandose al este, con la mano izquierda hacia el norte y la derecha hacia el sur, la energía universal entra por la izquierda y sale por la derecha. El sentido antinómico del SMI encuentra su raíz en que, al orientarse al oeste, se requiere de la voluntad para invertir el flujo cósmico. Hoy en día, sectas tántricas como la escuela del Mahakala tantra enseñan que, mientras las dos manos están en equilibrio, experimentamos el samsara (la rueda de la reencarnación), pero al prevalecer la mano izquierda se obtiene la liberación. La iluminación no es un estado natural, sino uno que se consigue ejerciendo la voluntad.

De aquí surge nuestra manera moderna de referirnos a estos caminos y de ello heredamos varios conceptos. Sin embargo, cuando estos conceptos llegaron a Occidente, fueron condicionados por pensadores europeos como Blavatsky o Steiner, quienes imprimieron en ellos la moral de la época. Lo que no está en concordancia con lo natural se consideró aberrante, “magia negra”. Esto se refuerza con la violación consciente de las restricciones ascéticas por parte de los practicantes del vamachara y afines. Los agoris, por ejemplo, comen carne, beben alcohol y meditan sobre cadáveres, todas prohibiciones de pureza en el hinduismo.

Es normal encontrar resistencia en la sociedad hacia la mano izquierda, especialmente en contextos de ignorancia, secretismo o control religioso. Volviendo a los agoris, existe un relato en el que Shiva es maldecido junto a sus seguidores por su arrogante suegro Daksha, dando origen mitológico al miedo que producen sus seguidores.

En este sentido, y volviendo a lo antinómico, es decir, aquello que está en contra del orden social/cósmico, el acto tabú es un acto de empoderamiento. En la tradición occidental actual, esto suele estar regido por la ética del practicante, ya que este es un camino muy individualista. ¿Podría ser de otro modo? Creo que no, pues lo que es tabú para mí no tiene que serlo para ti. Pero el SMI es más que tradiciones tántricas que poco resuenan en el occidental promedio. ¿Qué tal si definimos la metodología de ambos caminos para entenderlo mejor?

Objetivos y Metodología

El SMI y el SMD chocan por la filosofía que los sustenta. Si utilizamos el modelo de universo omnijetivo como referencia, que abordaré más adelante, lo tendremos más claro. Este modelo se basa en tres aspectos: objeto, sujeto y omnijeto, que conecta ambos mundos.

El SMD trata de eliminar la experiencia del mundo interior, subjetivo. Es, además, hasta cierto punto una filosofía materialista en el sentido de que asume al espíritu como objetivamente real y medible. Aunque el SMD reconoce una dualidad cuerpo/espíritu, sigue considerando al espíritu como una “materia sutil”.

Así, el SMD basa su experiencia trascendente en conservar el orden divino. De este modo, el universo objetivo equivale a la voluntad de Dios, el orden natural, el flujo universal, etc. La persona espiritual debe atenerse a estas reglas. Por eso, la mano derecha se basa en la revelación divina. Existe una verdad objetiva y absoluta que es revelada, por lo tanto, de naturaleza dogmática. Un ejemplo de esto son los mandamientos morales de las religiones predominantes y su énfasis en el orden, la obediencia y el deber. «Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo», reza el padrenuestro.

El iniciado del SMD busca no solo la verdad, sino hacerse uno con ella, diluyendo su ser en el todo. Las metodologías de este sendero casi siempre implican la destrucción del ego. Si se borra al individuo, solo queda el todo. Por eso, autores como Michael Kelly describen este estado como la inconsciencia colectiva, ya que rechaza la conciencia individual para caer en los brazos de un sueño en el que soñamos ser Dios. Quizá podamos profundizar en esto en un artículo futuro; deja en los comentarios qué temas te gustaría que aborde.

En contraposición, el SMI basa su experiencia transformadora en la subjetividad del individuo. Se trata de aplicar la propia voluntad sobre el universo objetivo. La manera más sencilla de describirlo es como lo hace Don Webb. En Uncle Setnakt’s Essential Guide to the Left Hand Path, refiere que el sendero se basa en soberanía. Se empieza por señorear sobre el mundo interior para terminar ejerciendo la voluntad en el universo objetivo. «Haz tu voluntad será la única ley», dicta Aiwass a Crowley.

Así, la mano izquierda abraza la verdad individual y subjetiva, lo que hace raro encontrar dos practicantes con la misma concepción exacta del camino. A diferencia del SMD, no impone verdades; no hay profetas ni verdades reveladas. La verdad propia es esencial en la ética auto-creada del practicante, pero nunca es universal. Las innovaciones surgen de una tradición bien fundamentada y una experiencia personal (gnosis personal) que pueda ser útil a otros, no solo a quien la experimenta.

Por eso no hay canalizadores, videntes ni profetas en esta espiritualidad, y desde este lado se les suele ver con recelo o como charlatanes. Quizá por su naturaleza de cuestionarlo todo, este camino se lleva bien con escuelas filosóficas relativistas e individualistas, como las de Nietzsche o Stirner. Esto implica una dualidad racionalismo/espiritualidad en la que, independientemente de si se trata de una rama teísta o atea, la ciencia es otra fuente de conocimiento, no para validar creencias, sino para explorar nuevas ideas y reformar creencias.

Por último, recalcar que el SMI se basa en la libertad total a distintos niveles: materiales, espirituales y psicológicos. Si bien las prácticas buscan generar individualidad espiritual, considero que los motivos para entrar en este sendero son dos:

  1. La deificación del ser: En lugar de integrarse al dios oscuro de su elección, el practicante busca generar un ego tan independiente que se convierta en un dios por derecho propio.
  2. La muerte espiritual: Algunas corrientes desean la liberación de la rueda de la reencarnación sin necesariamente volver a la fuente original. Es un acto de rebeldía que declara: «No soy un juguete para tu diversión».

Dos Caminos y un Alma

Recapitulemos los aspectos más importantes.

  • SMD
    • Unidad
    • Volver a la fuente
    • Supresión del ego
    • Sumisión y deber
    • Trabajo en armonía con el cosmos
  • SMI
    • Individualidad
    • Separación del universo
    • Divinización del ego
    • Voluntad de poder
    • Trabajo antinómico

Si bien algunos aspectos pueden variar según la rama, esta explicación lleva a dos conclusiones: Primero, ambos caminos son válidos, y la elección depende del objetivo del practicante. Segundo, el practicante avanzado no desprecia el camino contrario; solo los menos aventajados lo hacen.

Resultaría un desperdicio hacer hoy una práctica de yoga ahrimánico para conectar con el caos y fomentar la voluntad personal, y mañana practicar el pilar medio de Regardie, poniéndonos al servicio de fuerzas divinas.

Con esto no quiero decir que no puedas trabajar aspectos sombríos desde la mano derecha. De hecho, muchas escuelas de cábala se centran en ello, aunque casi siempre de manera antagónica y con fortaleza de carácter. Tampoco es imposible explorar aspectos luminosos desde la mano izquierda; por ejemplo, hay prácticas avanzadas de magia vampírica para asimilar los demonios internos, alimentándolos para finalmente reabsorberlos en la psique. Es cuestión de enfoque, metodología y finalidad.


Recuerda que este artículo está pensado para aportar ideas y claridad. ¿Crees que olvidé algo? ¿Tienes dudas? ¿Te interesa conocer escuelas y enfoques específicos? Deja tus comentarios. También te invito a mi grupo de Facebook, Buscadores de la Mano Izquierda, donde podrás compartir y debatir ideas sobre estos temas poco comunes. Además, tengo una bitácora con registros de mi camino espiritual SMI con magia rúnica, donde comparto algunas prácticas. Visítalos.

Sin más, soy Skoggangr y este espacio es producto de mi voluntad.
¡Reyn til runa!

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6 de agosto de 2024 skoggangr

Odianismo, una visión del camino nórdico

Mi senda es la denominada odianismo. He estado buscando en internet y parece que vivimos bajo el entendido de que los caminos de la mano izquierda referentes a la tradición germánica se limitan exclusivamente al culto a los gigante. Sin embargo, el odianismo, un termino poco difundido en español, es una vía totalmente valida a este respecto, así que me gustaría aportar mi granito de arena para ayudar a que mas personas conozcan mi tradición. Si quieres ver mi diario para conocer el trabajo iniciático de la tradición puedes hacerlo aquí

Sin embargo, antes de adentrarnos a las palabras del maestro Thorsson, quien explica mejor que yo el camino, me gustaría hacer unas pocas aclaraciones al respecto.

Primero que nada, el Rune-gild es un gremio de runistas fundado, entre otros, por Edred Thorsson, (Edred Flowers o Stephen Flowers también son nombres con los que pueden encontrar sus trabajos). De él proviene la visión la tradición que sigo. Sin embargo, no pertenezco a tal organización. No nos detendremos mucho en las credenciales académicas del maestro Flowers más allá de que también ha desarrollado trabajos filológicos para la universidad de Texas en Austin. Aunque si me gustaría destacar de su persona son dos cosas:

  1. Ha escrito al rededor de 60 libros sobre tradición germánica y temas de la mano izquierda. De ellos saco mucha de mi practica que sin embargo se ve «contaminada» con mi praxis personal, lo que es normal. Gran parte de mi trabajo sobre runas y magia germánica o nórdica se basa en su trabajo y mi desarrollo personal así como las cosas que encuentro afines en libros de tónica similar.
  2. Edred Thorsson ha estado asociado con el Templo de Set, como lider de la orden del trapezoide, centrada en magia rúnica. Así que con esta organización también tengo afinidad, aunque no precisamente porque el maestro haya pertencído a ella. Además, filosóficamente el templo de Set también se acerca mucho al satanismo Laveyano, con algunas salvedades obvias como el teísmo.

De esto deriva que mi visión es teísta e incluso animista. Son puntos importantes a destacar puesto que no hablaré de los dioses como conceptos sino como seres. También es importante entender que aunque la simbología que se elije para trabajar este camino no habla de Satán o Lucifer por las propias inclinaciones paganas de mi alma, es obvio que filosóficamente estoy muy cerca en cuanto a conceptos como el sistema moral propio, el disfrute del cuerpo, la exaltación del deseo y la filosofía de la indulgencia.

Aunque el odianismo no se niega al trabajo con aspectos luminosos del alma o de las runas, he de aclarar aquí que es inequívocamente de mano izquierda con afinidad setiana. La finalidad ultima de este camino es la divinización de la psique. Ser un igual de Odín como señor de la oscuridad y de la luz y no ser su vasallo. Sin más, los dejo con las palabras del maestro Thorsson del prefacio de la primera edición de Nine doors of Midgard. La presente es un fragmento de una traducción propia que estoy haciendo de dicho trabajo. Me centré en poner solo los aspectos mas relevantes en cuanto a la mentalidad del practicante odiano:

 

«Prefacio revisado de la primera edición (fragmento).

 

[…] Ha llegado el momento de detallar con mayor precisión la naturaleza exacta del odiano. En última instancia, esta pregunta solo puede responderse a través de nuestras propias experiencias. Sin embargo, existen ciertos rasgos o características que son lo suficientemente comunes. Muchos runistas podrían incluso encontrar sorprendentes o extrañas algunas de las afirmaciones aquí expuestas. A ellos solo puedo decirles: «¿Qué esperaban?» Cuando uno se adentra en los misterios, debe esperar lo inesperado; cuando uno busca secretos, debe esperar que a menudo sean difíciles de descubrir y comprender.

 

En primer lugar, en relación con el termino odiano: a diferencia del odinista, el odiano no adora al dios Odín (Woden), sino que más bien trata de emularlo. Mientras que el odinista adora, el odiano se convierte en él. Esta es la verdadera naturaleza del culto a Odín. El odiano no busca unión con Odín, sino más bien con su propio yo único. Esta es la sagrada tarea del propio Odín. Si intentáramos renunciar a nuestro propio ser a favor de cualquier fuerza externa, Odín solo nos miraría con disgusto. Los verdaderos odianos son escasos.

 

¿Cuáles son las características esenciales del trabajo del odiano? Pueden ser resumidas en cuatro adjetivos. El trabajo del odiano es: bipolar, egoísta, transformador y cooperativo.

 

Cuando nos referimos a bipolaridad nos referimos a que el odiano permanece en medio de dos extremos, entre el fuego y el hielo, entre Asgard y Hel; no evita ninguno pues reconoce claramente la necesidad de ambos y busca experimentar ambos: la luz y la oscuridad. El odiano es bipolar en el sentido en que busca la oscuridad y la luz, busca en las ramas del Yggdrasil, pero también en sus raíces. Uno de los grandes secretos del Odianismo rúnico radica en que es un sendero bipolar. Esta es la gran diferencia con otros sistemas, que apuntan a una dirección y rechazan la opuesta. Una mentalidad que conduciría a una atmosfera de bueno y malo, o a un dualismo moral que es totalmente ajeno al sendero del del odianismo. El odiano está más allá del bien y el mal.  Va más allá de términos que identifican extremos polares, buscándolos, experimentándolos, reconociendo así que solo dentro de sí mismo tienen significado. El verdadero punto medio se encuentra solo al conocer lo más alto o lo más bajo. Solo en el crepúsculo, entre la luz y la oscuridad, se encuentra el verdadero brillo.

 

Este es el brillo del ser individual que el odiano busca desarrollar. Al seguir el sendero odiano, la runista sigue su propio camino. Un camino que honra las diferencias individuales, y busca mejorar las cualidades únicas en vez de verlas tragadas por una mente masiva. Es por eso que somos los verdaderos guardianes del folclor, aunque nuestro papel permanece oculto. El Padre-de-todo, demanda de sus elegidos que cada uno brille con una luz única, reconocible por su propio ego o ek individual.

 

Sin embargo, este ek (la antigua forma germánica de la palabra «yo») no se refiere al poco examinado, no probado, ego natural, que el no runista usualmente acepta o lucha contra él. Es un concepto del ser formado y nutrido por la voluntad, de acuerdo con los principios del sendero del odianismo. Entonces es resultado de un proceso transformativo en el cual los aspectos más crudos del yo son reformadas a placer por la voluntad consciente, iluminada e aleccionada por los dioses y la memoria ancestral. El sendero del odiano es uno de cambio interminable. Sabe que un nuevo estado de ser siempre yace oculto más allá del horizonte. Es este saber el que dirige nuestro poder a la inquietud de transformación continua y constante innovación. Contrario a la idea promovida por la mayoría de los odinistas y movimientos asatru, nuestro sendero (es decir, el sendero odianista) no debería ser retrospectivo ni anacrónico, sino innovador y transformador en su esencia.

 

Finalmente, el odianismo es una fuerza que debe colaborar con varios grupos del tipo Ásatrú/Odinista, así como con otros grupos con los cuales el Padre-de-todo ha establecido contacto en años recientes. Es herencia del odiano asegurar el desarrollo continuo y vigoroso, así como la salud general del pueblo y de la sociedad anfitriona. El odianismo coopera con ellos, pero siempre permanece al margen del mainstream; siempre seremos forasteros, como lo fuimos en días pasados y como siempre será. Entonces, como ahora, estamos dedicados al bienestar de todos. Este servicio constituye nuestro deber eterno, junto con nuestro deber hacia nosotros mismos: reunir poder y moldear y remoldear eternamente todo lo que encontremos acorde con nuestros propósitos iluminados.

 

Ahora te embarcas en un trabajo practico con las runas. Muchos runistas habrán tenido ya alguna experiencia con el trabajo interno, para otros será la primera vez. Es el trabajo más importante y, para tener éxito, requiere voluntad y la actitud apropiada. Las principales virtudes para lograr este empeño son: acción, autorealización, perseverancia y perdonarse. Primero haz; empieza el trabajo ya. No esperes «el momento perfecto», o te digas a ti mismo «Todavía no estoy lo suficientemente preparado». Segundo aprende a seguir tus instintos y confía en ti mismo para contestar preguntas sobre los pequeños detalles en tú trabajo. Lo Lo más importante es que comprendas los fundamentos de tu trabajo. Una vez logrado esto, todo lo demás debería suceder casi automáticamente. Tercero, mantente firme. Este programa está diseñado pensando que el runista trabajara todos los días. Es lo ideal y deberías apuntar a practicar al menos cinco días a la semana (especialmente para las Puertas I-IV). Pero sabemos que esto no siempre es posible. Lo que nos lleva al autoperdón. Cuando no puedas trabajar, no te rindas con disgusto. Reconoce que estas cosas sucederán, estos estados de ánimo vendrán y se irán, y mientras perseveres, puedes perdonarte estas deficiencias, porque nadie más puede o lo hará. A veces, incluso es preferible y beneficioso dejar de trabajar por períodos para asimilar tus resultados.

 

El programa del Rune-Gild es un medio para ciertos fines. Pero los fines son las cosas importantes: conocimiento, poder, sabiduría, auto transformación y servicio al pueblo.

 

Edred, Yrmin-Drighten Junio 21, 1997 E.C.»

Odianismo, máscara de Odín
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